28 ago 2008

A Ramón Parra "Mongo" (EPD)

Una tormenta, una ventana
Un trago dulce de vino tinto
Uno amargo de soledad
Pensamientos oblicuos, paralelos, entrelazados...
Una sonrisa ante el espejo
Una guerra sin enemigo

Memoria que es mi Gólgota y mi cruz
Mi seductora Magdalena
El judas que me vende
Látigo de mis flagelos
Pereza de mis despertares
Canto de mis dichas
Las efímeras, las prolongadas
Mi precipicio, mi miedo a saltar
Mi ángel invisible
Mi canción inolvidable
Mi insensatez, mi fragilidad
Mi armadura de silencio
Mi miedo a la verdad
A la ironía, al cinismo del mundo
A las miradas profundas que desvelan mis escondrijos

Un león enjaulado es mercancía
Un hombre sin sueños no es un hombre
Es un muñeco articulado
Que por instinto se mueve, se alimenta, se refugia...

Un hombre sin amor es un poema triste
Un apátrida taciturno
Prisionero de sus dudas
Vagabundo desnudo que solía ser caballero
Indefenso, cansado, moribundo...

Me apresuro a seguir esa estela
Esa blancura espumosa que con facilidad se pierde de vista
Sin cuyo fulgor no soy nada

Ay, cuan frías son las piedras del camino
Cuan dolorosos los tropiezos
Ya me lo había advertido aquel anciano
A quien tanto admiraba el niño que fui
A quien con inevitable nostalgia evocan mis versos
Jornalero de mil batallas
Siempre tan enamorado de mi madre
Cuando su belleza aún resplandecía
Cuando aún había magia en mis sueños
No me canso de preguntar
¿qué cosa es el tiempo?, ese sonámbulo peregrino
estoy cerca de pensar que es sustancia primaria
de la que todo está hecho
materia prima del olvido
padre de todos los dioses
el enigma y la verdad
verdad silencio, verdad maldita
verdad amarga, verdad espejo
verdad espina...


Edward.- (hace mucho, los poemas se hacen viejos)

Ramón Parra (Mongo), noble anciano que conocí cuando era niño en mis años en el campo (Puerto Plata), tuvo una vida entregada al corte de caña, la agricultura y su sueño inalcanzable: el amor de mi joven madre.

5 comentarios:

Baakanit dijo...

"Un hombre sin sueños no es un hombre
Es un muñeco articulado
Que por instinto se mueve, se alimenta, se refugia..."


He conocido mucho de esos muñecos. Uno siempre se cuestiona, cómo se puede vivir de esa manera.

P.D. Mi abuela era de apellido Parra, vivía en Luperón, puede que sea familiar de ese soñador de lo imposible, Don Ramón.

Saludos

Edward Padilla dijo...

Es muy probable que ahora ambos estén juntos como la familia que probablemente fueron, que nos vieran crecer desde allá muy lejos, que don Ramón aprendiera a amar como una hija a mi madre (que ya no es tan joven) quiero pensar que están en un lugar de ensueño, un empíreo para soñadores ahora entretejiendo nuestras ilusiones para regalárnoslas en gotas de lluvia, en amaneceres, en reverberaciones.

Saludos, amigo escritor, espero leer un libro tuyo algún día no tan lejano, valdría la pena.

Baakanit dijo...

No se puede descartar la idea de que estén juntos en algún lugar disfrutando de la vida, y recordando este sueño.

Gracias por el intercambio de palabras y por brindarnos estos escritos que nos ponen a reflexionar. Siempre me alegra ver como se suman nuevas voces como las tuyas en la blogósfera, realmente hacen faltas.

Yo aún no me considero escritor, me falta mucho por aprender y escribir. Los libros llegarán en su momento, ellos se van escribiendo solos y luego se llenan de carne, tinta y papel.

Saludos

Jose A. Uribe dijo...

Me sorprende el hecho de que dediques versos a una persona a la cual valoraste aún a sabiendas de que estaba enamorado de tu madre. Fué sueno imposible, una "guerra sin enemigo", ya que instuyo que su altura como hombre logró captar el respeto de su rechazada amada y de sus hijos.

Que bonito tema. Nunca lo había visto.

Baakanit ha dicho algo tambien sorprende, mágico, de grandes:

"Yo aún no me considero escritor, me falta mucho por aprender y escribir. Los libros llegarán en su momento, ellos se van escribiendo solos y luego se llenan de carne, tinta y papel."

Saludos

Edward Padilla dijo...

Gracias por tu visita y comentario José. Bueno, con respecto a don Ramon Parra, Es que el era ante todo, un caballero. Mi madre siempre le demostró respeto y admiración y a pesar de que nunca le dio esperanzas tampoco lo hizo sentir rechazado, todos lo queriamos como familia.

y lo que pasa con baakanit, es que al parecer la modestia es tambien una de sus cualidades, no todo el mundo deja palabras de ese nivel estampadas como "comentario".