Como pesan los diamantes que lleva a cuesta
el buscador de tesoros
quiere deshacerse de ellos
imagina el brillo de los que aun no encuentra
y sabe que llegado el momento
también serán una carga
tanto voltear a ver
queriendo regresar
temiendo perder el rastro
el sustento, lo que permite avanzar
y nos ahogamos en añoranzas
por lo inalcanzable
por lo perdido... por tantas cosas
el ondulado cabello de cierta colegiala
y sus ojos... sus ojos
el piano viejo de la academia
el no saber tocarlo
el silencio cuando debimos hablar
la calma (siempre tan bella y tan breve)
intimidantes pasos tras la cortina
los gritos, los gemidos, la histeria
la verdad de labios de un mentiroso
como un desconsuelo
como espinas trenzadas
y la sangre llorada que se seca en las mejillas
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