3 sept 2008

Errante


Mi nacimiento fue mas bien una emanación (el universo es impredecible). De esto hace ya mucho tiempo (unos 4.000 años humanos, para explicarme mejor).

Formas de vida en un estado inicial descendíamos a raudales cual si fuésemos gotas de una lluvia de extraños embriones, diminutos, temblorosos...

Recuerdo aquel descenso como el punto de partida de mi existencia (no se si hubo un antes, ese es el claro límite de mi memoria y la de todos mis congéneres). Un suelo estéril nos acogió, nos arrastrábamos como las larvas que pronto han de ser mariposas, el instinto nos movía con sus hilos invisibles, jadeábamos, nos retorcíamos... de alguna forma intuíamos la metamorfosis y esta no se hizo esperar, fue dolorosa pero absolutamente necesaria, no habríamos sobrevivido en aquel estado.

Nuestra anatomía pronto pasó a ser un torso del que brotaron extremidades, se hizo flexible nuestro cuello, fue maravilloso descubrir todas aquellas articulaciones, ahora podíamos manipular, caminar, correr... la razón se impuso sobre los instintos, aprendimos a comunicarnos, primero entre nosotros, mas adelante aprendimos el lenguaje de la naturaleza, esto nos permitió adaptarnos a toda suerte de entorno ya que podíamos descifrar desde la voz de una sudestada hasta la del reptil que se arrastraba por la corteza de los árboles.

El tiempo a veces era nuestro aliado, a veces nuestro enemigo, todo es circunstancial, pero de forma invariable es, y siempre será nuestro gran maestro, no somos eternos, a fin de cuentas ¿qué es la eternidad?, pero nuestra existencia es larga con relación a la de otras especies incluida la humana.

Yo solo soy uno de tantos, aunque ya no hay más como yo en la tierra, todos se han ido a otros planetas menos hostiles, los humanos son muy necios, se empeñan en autodestruirse poco a poco, no me gusta este lugar, permanezco aquí solo porque soy un buscador de verdades, no me resigno a pensar que somos hijos de la nada, tengo demasiadas dudas, ¿de quien fue la idea de que viniéramos a caer justo en este lugar?, ¿qué entidad, qué fuerza cósmica nos concibió?, todo ha de tener un propósito, incluso el hecho de que hayamos caído aquí, por eso no me he ido.

He recorrido cada rincón de este planeta, he visto nacer y morir reyes, he navegado junto a conquistadores y bucaneros... He visto construir y derribar muros, pude ver a los ojos al carpintero crucificado del que tanto hablan los humanos, he sido testigo de innumerables batallas, holocaustos, hecatombes... estuve despierto aquella noche que duró mil años, pude ver como hombres se alineaban uno tras otro para recibir una bala en la nuca, vi aquel hombre jactancioso caminar por la luna, he visto tanto, tantas cosas que quisiera no haber visto, cosas que quisiera olvidar, nunca he entendido a los humanos. Pero no me detendré en mi búsqueda de respuestas, necesito saber de donde vengo o hacia donde iré a parar, aunque debo admitir que me asusta pensar en las barbaridades que aun me faltan por presenciar.



Edward.-

5 comentarios:

Indiana la princesa de la boca de fresa dijo...

Gracias por visitar mi blog. Tu blog está muy interesante también.

Edward Padilla dijo...

las puertas están abiertas, gracias a tí Indiana.

Patricia M. Santana Nina dijo...

quien eres tu?

Edward Padilla dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Edward Padilla dijo...

un tipo anacrónico y amargado, que de niño quería ser hedonista y terminó siendo misántropo-nihilista.

y que escribe cosas.

eso soy (por ahora)

y tu, mariposa, quien eres?